Temor al Olvido….
Bajo la sombra quieta de un roble antiguo,
Pienso en mi vida, en mi camino sigilo.
¿Alguien notará cuando yo ya no esté?
Si nadie suspira pensando en mi nombre,
Si mi ausencia no causa ni pena ni asombre,
¿Será como el rocío que el sol se llevó?
¿Un susurro perdido que el viento borró?
Temo que el camino que anduve con calma,
Se borre sin huella, se apague la llama.
Que las risas compartidas, los cuentos contados,
Se vuelvan fantasmas, sueños olvidados.
El silencio avanza, pesado y profundo,
Cubriendo los ecos de mi voz en el mundo.
¿Dónde irá mi esencia, mi ser verdadero,
Si al fin me convierto en polvo y en cero?
Pero sé que hay algo que siempre perdura,
Algo más fuerte que la noche oscura:
Las palabras sinceras, el gesto amistoso,
El abrazo que dio calor y reposo.
Aunque el tiempo me lleve, aunque pase la historia,
Guardaré una chispa de mi propia memoria.
Espero que alguien, con cariño y suavidad,
Guarde un pequeño espacio de mi identidad.
La esperanza es un hilo, delgado y tenaz,
Que me dice: "No temas, sigue tu paz".
Amanecerá un día, brillante y sereno,
Y quizás mi camino no fue hecho en vano.
Mientras tanto, confío en la luz de la luna,
En la fuerza callada que nace de la duda.
No quiero perderme en el mar del olvido,
Ese abismo oscuro que tanto he temido.
Toma mi mano fuerte, no dejes que caiga,
Que mi alma en la sombra se quede sin alma.
Que el mundo siga girando, veloz y distraído,
Pero que alguien recuerde que yo he existido.
—Luis Barreda/LAB
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