El Amor que No se Olvida

Bajo el manto de estrellas,
juntos fuimos felices,
como olas en la playa,
eternos, tan sencillos.
Tus risas eran dulces,
melodía en el viento,
y en mis manos, tu piel,
suave como el lino.
El tiempo nos jugaba,
corriendo entre los dedos,
pero nuestro cariño
no cabía en el tiempo.
Hoy la luna me observa,
triste y sin compañía,
preguntando en silencio
dónde estará tu risa.
Aunque el viento se lleve
los días que tuvimos,
en mi pecho guardados
tus besos no han partido.
Y si el destino quiere
que otra vez nos encontremos,
será como aquella noche,
eternos y sinceros.
Mientras tanto, te espero,
con paciencia y calma,
pues el amor que es cierto
no se apaga con nada.
Y si nunca regresas,
si la vida lo impide,
seguirás en mi alma,
como el sol en la brisa.
—Luis Barreda/LAB
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