Llama de Amor
Hay una luz que en mi camino brilla,
es tu presencia, cálida y sencilla.
Me envuelve entero con suave marea,
Eres el fuego que mi pecho enciende,
la fantasía que mi mente atiende.
Me miras fijo y siento que me pierdo,
en la promesa de un amor sincero.
Juntos somos un solo latir fuerte,
un solo aliento, compartida suerte.
Lo que me dices llega hasta mi alma,
me da alegría, me quita la calma.
Tu forma de hablar me conmueve tanto,
tu suave mano es mi mejor encanto.
Tu olor me lleva a un jardín de rosas,
donde se olvidan todas las hermosas.
Me atrapa el hechizo de tu cariño,
como un refugio en el más frío invierno.
En una noche llena de promesa,
la dulce llama del amor empieza.
Olas gigantes de pasión nos llevan,
un mar sin fondo donde el alma sueña.
Un fuego bueno, hecho de ternura,
que en cada instante crece y perdura.
Es un momento único y esperado,
un sentimiento tan especial,
un gran tesoro que hemos encontrado,
una luz clara, brillante y leal.
Un tiempo nuestro, fuera del reloj,
para vivir este intenso arrebol.
Mi cuerpo entero a ti se entrega,
mi corazón contigo siempre juega.
Mirada fija que no puede irse,
que te contempla sin poder partirse.
Es algo mágico, difícil de explicar,
un deseo inmenso de siempre amar.
Porque eres vida, mi sol de cada día,
mi gran ilusión, mi dulce alegría.
Eres especial, me das sorpresas bellas,
como estrellitas prendidas en ellas.
Guardo tus frases como un gran tesoro,
cada emoción que sale de tu coro.
Cada sonrisa que dibuja tu cara,
es una chispa que jamás se apaga.
Cada instante que paso a tu lado,
es un recuerdo bien atesorado.
Un breve tiempo, nuestro, verdadero,
el sentimiento más lindo y entero.
Se expresa en silencio, con gesto tierno,
con un beso suave, hecho de gobierno,
que busca el centro donde el amor vive,
y en tu presencia, siempre, me recibe.
—Luis Barreda/LAB
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